jueves, 29 de abril de 2021

Llaman a la puerta

 


   Alguien golpeó la puerta. Ya era tarde y a esa hora no esperaba a nadie. De todas maneras se dispuso a averiguar quien llamaba. Mientras buscaba las llaves, volvieron a golpear más fuerte aún. Cuando espió por la mirilla, no vio a nadie. Sin embargo, creyó haber oído claramente los llamados. Las llaves no estaban donde debían Así que con cierto nerviosismo comprobó que no aparecían en los lugares habituales. Nuevos golpes.

    Y él que no encontraba el llavero. Y alguien que reclamaba su atención. 

    Volvió a mirar por la mirilla. Nada. No alcanzaba a distinguir a ninguna persona.

      Y los golpes continuaban. Cuando finalmente dio con las llaves, se acercó a la puerta.

     -¿Quién está ahí?

     Nadie respondió.

      Decidido, abrió con cuidado. Nada. Sin embargo, le pareció vislumbrar a lo lejos una sombra que huía.

     De inmediato, cerró la puerta y colocó la traba.

     Entonces volvieron a escucharse los golpes.

                                                                                María Graciela Kebani

 


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