La luna se deslizó por el tobogán de la noche con un puñado de estrellas en sus manos. Quedó allí, tendida a orillas de la playa, brillando como una gema. El mar era un espejo de luz.
Y todo fue silencio. Y una radiante luminosidad diluyó las sombras de la noche..
María Graciela Kebani
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