-Señor Ministro, nuestro enemigo ha sido absolutamente derrotado. Hemos triunfado por la fuerza de las armas...
-Y de la razón. Nosotros teníamos la razón, no se olvide. Luchamos para defender una verdad...
-¿Qué verdad, señor Ministro?
-La verdad, señor periodista, qaue nos ha guiado, ha nutrido las ingetes obras desplegasdas por nuestro gobierno. Esa verdad que...
-Comprenado, señor Ministro, comprendo. ¿Y los muertos?
--¿Qué muertos?
-Los caídos en la guerra.
-La patria los honrará para siempre.
-Los familiares no se contentarán con la honra.
-Discúlpeme, pero el gobierno no tiene por qué contentar a nadie. Debe cumplir sus fines cueste lo que cueste.
-¿A pesar de todo?
-A pesar de los vivos... y de los muertos.
María Graciela Kebani
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