Caían las hojas del otoño
como caen
las lágrimas,
una a una;
caían
como caen
las gotas de la lluvia
en la ventana;
como caen
las horas
en el abismo
del tiempo.
Caían las hojas
del otoño
como caen
las notas
desde un piano.
Y el viento
se llevaba
la música
de las hojas
que caían,
caían con la nostálgica
melodía
que el otoño
repetía como una letanía.
Y las hojas
doradas
iban tejiendo
una espiral infinita.
María Graciela Kebani
No hay comentarios:
Publicar un comentario