miércoles, 26 de enero de 2022

ESPINAS

 



Hambre.

Punzante.

Cielo de espinas.

Esquirlas.

Heridas abiertas.

Heridas que sangran.

Sangre que mana

incontenible.

Sangre que corre

entre los gritos

de los niños.

La noche.

Los muertos.

Cruces sin nombre.

Hambre.

Horada el cerebro.

Aturde.

El hambre estalla

y se expande

como reguero de pólvora

y el sol siembra

los campos de fuego.

La tierra arde,

se quiebra, se agrieta

y el hambre desborda.

Como un río desbocado

inunda las bocas desiertas,

hinca sus dientes,

sus filosos colmillos

para devorar, impávida,

hasta los huesos.

                       María Graciela Kebani


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