Cuando el auto ingresó en el túnel, presintió que no saldría.
Su esposa, como Penélope, aún continúa esperándolo. Sin embargo, a diferencia de la esposa de Ulises que tejía y destejía el sudario para el rey Laertes, ella lee una y otra vez las páginas de un libro que no acaba...
María Graciela Kebani
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