"...Y el dolor empezó a mancharlo todo:
la mañana, / el amor/ el papel donde cantábamos..."
Y entonces el dolor
empezó a crecer
como una mancha ingente
esparciéndose,
incontenible,
entre la gente.
y entonces el cielo
azul y transparente
se nos hizo trizas
entre las manos.
Un sol ardiente
se astilla
en pleno mediodía
y entonces las sombras
se tornan más viscosas,
más densas.
Y las calles,
más oscuras,
más siniestras.
De repente, nos cerca,
nos asfixia,
nos aplasta
con su garra implacable,
la miseria.
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