martes, 15 de junio de 2021

La novela había finalizado



Después de cenar se dispuso a retomar la lectura de la novela.

Sentado cómodamente en el salón, se metió de lleno en la historia.

Algo estremeció el silencio. Le pareció escuchar su nombre y se sobresaltó. Sin embargo, rápidamente se sobrepuso y volvió a concentrarse en la lectura.

La trama se complicaba.

De pronto, la puerta se abrió, casi sin ruido. Él no se percató de que alguien avanzaba sigilosamente. Ya no podía reconocer dónde terminaba la realidad y empezaba la ficción.

La luz lechosa de la luna se derramaba dentro de la habitación.

Otra vez el llamado. La invocación velada. La casa seguía en penumbras. Tanto silencio lo perturbaba. 

Aún faltaban varios capítulos para el desenlace. Una mariposa giraba alrededor de la lámpara. En el espejo, no pudo reconocer el rostro reflejado.

No vio el arma que sostenía en la mano.

Tampoco podía saber que estaba allí para cumplir un mandato.

De  repente, el libro se resbaló y cayó sobre la mancha lechosa de la luna.

La novela había finalizado. Sin embargo, todavía no había llegado el desenlace.

                                                                  María Graciela Kebani


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