Una moneda en la fuente
Mira a través de la
ventana. Allá a lo lejos, el sol destella y enciende los árboles que parecen
arder. Como hipnotizado, se levanta, abandona la chaise-longue. Abre la puerta que
da al jardín. Hasta sus ojos respiran conmovidos la enigmática luz del
atardecer. Sus oídos escuchan embelesados la nostálgica música del agua que
vierte un cántaro de piedra. Una bandada
de pájaros cruza el cielo enrojecido. Sonríe. No está solo.
Lentamente deja caer una moneda en la
fuente. Ya no siente otro deseo.