martes, 18 de junio de 2024

La novela

 




    Tenía todavía unos minutos. Así que me dispuse a continuar la novela. 

   Quería terminarla cuanto antes. Llevaba días leyendo y aún me faltaban cerca de cien páginas.

   Entonces empecé a leer y me sumergí  en la  trama. 

   El asesino se disponía a perpetrar el próximo crimen.

   De repente, la puerta se abrió violentamente y el disparo me dejó sin aliento y el libro voló por los aires y las hojas cayeron como pájaros heridos sobre el piso que empezaba a  cubrirse de sangre.  


                                                                   María Graciela Kebani

jueves, 13 de junio de 2024

Esto no es un cuento

 



    El auto se detuvo en medio de una ruta desolada. Maldije mil veces haber decidido a las apuradas visitar un pueblo insignificante perdido en las montañas. Todavía me faltaban kilómetros y kilómetros para llegar.   

      En mi desesperación traté de descubrir a algún automovilista que circulara por esa ruta perdida entre valles y quebradas que se alargaba y reptaba como una serpiente. Nada por aquí, nada por allá, como diría un mago ante un público ávido por creer cualquier portento. Mis ojos buscaban alguna luz como un sediento un oasis en medio del desierto y en el colmo de la angustia se volvieron al cielo, en busca de alguna señal o implorando algún milagro. Difícil. No sé qué haré. 

      Sin embargo, quizás, algún prodigio suceda y entonces...

      Estimado lector, no te confundas: esto no es un cuento. 

      No hay desenlace ni nada que se le parezca.  


                                                                   María Graciela Kebani

jueves, 6 de junio de 2024

Hasta que la noche...

 




           Pulsé el timbre por enésima vez. La puerta no se abría. Estaba casi seguro de que no se abriría, sin embargo, decidí permanecer ahí. Hasta que la noche, a punta de pistola, me obligara a abandonar toda esperanza.

                                                                                     María Graciela Kebani

domingo, 2 de junio de 2024

En el umbral del infierno

 





       Cuando traspasé el umbral de las puertas del averno, de inmediato advertí que la vida en la tierra podía ser más infernal aún que el propio infierno.


                                                                                        María Graciela Kebani