Primero busqué papel, luego un lápiz. Después salí a buscar las palabras. Sin embargo, el dolor era tan tremendo que hurgué por todas partes. Dentro, muy adentro y las palabras como fantasmas desaparecían y solo quedaban sus sombras espectrales.
Entonces rasgué la hoja en blanco y oprimí el lápiz en mis manos, sin embargo, sabía que en algún momento lo intentaría una y otra vez...
María Graciela Kebani
No hay comentarios:
Publicar un comentario