miércoles, 22 de junio de 2022

La fogata

 


     Después de buscar por todas partes, no encontré nada. Busqué y rebusqué en la tierra, en los mares, hasta en los cielos. Y nada. Nada. Se me caían las preguntas de las manos. 

     El péndulo de la duda oscilaba frenético y sus oscilaciones acrecentaban aún más mi desconcierto.

    Entonces, como último gesto de rebelión, resolví quemar todos los libros.

    La fogata resultó descomunal. Implacablemente durante días y noches ardieron los libros. 

   ¿Y ahora qué?


                                                                          María Graciela Kebani

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