martes, 6 de octubre de 2020

Un trueno sacudió hasta los cimientos de la noche

            


             Se detuvo. Sospechaba que había perdido el rumbo. Retrocedió unos pasos, pero solo sirvió para darse cuenta de que un revoltijo de calles giraban  y se enroscaban y no conducían a ningún sitio.

              Entonces, volvió sobre sus pasos con la intención de retomar el camino. Fue inútil. También fue inútil encontrar a alguien que lo orientara un poco.

           El cielo se cargaba de nubes. Alcanzó a ver cómo empezaba a relampaguear. En cualquier momento se desataría la tormenta y él, solo, en medio de un paraje irreconocible.

                Finalmente, un trueno sacudió hasta los cimientos de la noche.  

                                                                                                   María Graciela Kebani


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