jueves, 11 de enero de 2024

En el desván

    




    Y allí, en el desván, en el rincón de siempre, cerrado, pero con su halo de misterio. 

    En su vientre atesoraba los secretos de nuestra infancia y de nuestra  adolescencia. 

    ¿Qué pasaría si me atrevía a abrir el baúl? 

     Tendí mis manos, dispuesto a acabar con los fantasmas que me acosaban. Sin embargo, en ese preciso instante en que abría el arcón escuché como un gemido ahogado. Tembló hasta mi corazón.

      El terror me paralizó cuando el gemido se transformó en llanto. El llanto de un niño retumbó en mis oídos y traspasó mi garganta como un cuchillo. 

      El llanto se astilló entre mis manos.

                                                                                               María Graciela Kebani

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