LA SOMBRA DE DIOS
Recorrí los pasillos de la noche
constelados de sombras y de espejos.
Como cirios ardían las estrellas,
como relámpagos destellaban
enigmas y presagios.
Busqué la música
detrás de los cristales
y el silencio orlado de campanas.
Busqué paraísos deslumbrantes,
ángeles con alas y trompetas.
Busqué santos con aureolas luminosas,
arco-iris y auroras boreales.
Descendí a los infiernos abisales
atravesando conjuros y tormentas.
Una lluvia de pájaros y rosas
desbordó los espacios siderales.
La inmensidad me dejó sin aliento,
y en un instante
vislumbré suspendida de los cielos
la sombra de Dios
en el espejo.
María Graciela Kebani