-Señor, ¿cuál es su nombre?
-Alí Babá.
-¡¿Alí Babá?! ¡No me diga! ¿Está insinuando que, sin darme cuenta, me encuentro metido en un cuento de Las mil y una noches?
-¿Y quién le dijo a usted que yo soy un personaje de ficción?
-¡Oh, vamos! ¿Dónde dejó a los cuarenta ladrones? ¿Y Morgiana?
-¿Usted cree que vive en un mundo real?
-Obviamente.
-¿Usted está convencido de que en su mundo no hay espacio para la fantasía y el misterio?
-Por supuesto.
-Bueno, entonces no dude y cierre de inmediato el libro. Así podrá disfrutar de la realidad real y verdadera de su universo y de su monotonía. Dígame, ¿es más absurdo una cueva que se abre milagrosamente al pronunciar ciertas palabras mágicas o que los hombres se maten entre sí y destruyan su propio hábitat? Y permítame brindarle un último consejo: intente, si quiera una vez, pronunciar las palabras maravillosas: "¡Ábrete, sésamo!".
María Graciela Kebani
No hay comentarios:
Publicar un comentario